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sábado, noviembre 26, 2005

Mi crudo 6,9 en MA11A(Álgebra)

La historia que voy a contar a continuación es en extremo patética...
Aconsejo que haga un break, vaya por pañuelos con Aloe Vera(para no lastimar su nariz y para no botar los mocos al teclado)...
Orine antes de leer. Lo que viene es largo.

De chico que me interesa la cosa académica. Quizás por la admiración que tengo a mis parientes con sus rimbombantes títulos de alguna universidad de rimbombante nombre. También porque mi mamá trabaja en una librería de la facultad de Medicina de la Chile.
Cuando iba a su trabajo, y estaba aburrido me ponía a ver los Murales con las notas y veía que habían muchos rojos y contaba a las personas que sacaran las mejores notas. Les admiraba. (ya no porque cada vez estoy más convencido-con el respeto que se merecen los estudiantes de medicina- de que ésta es una ciencia trivial, un corolario de la física como leí por ahí, jeje)
Todo eso en mi más tierna infancia.

Y bueno, después más crecido cuando iba a la escuela de verano lo mismo. ¿Cómo podían haber bestias con promedio 7!?... a esas personas las situaba en un nivel espacial, casi a la altura del fasat alfa.

Este año llegó mi turno. Para el primer control de Algebra estudié muchísimo. La materia la encontraba entretenidísima. Eran los cimientos para el estudio de todo lo que vendría después. Y no sé, por una cualidad mía, de ser muy autoexigente no me podía conformar si no había estudiado lo suficiente como para resolver cualquier problema.
Así fue. Obtuve un 7 en álgebra. Antes del control me mentía a mí mismo: con un 6 me conformo. En realidad nunca he sido de los que se conforman con un 6 en las cosas que le apasionan, y esa mentirilla no era más que una forma de ocultar mi baja tolerancia al fracaso.
Es algo que va mucho más allá de la estricta competencia con mis pares: Tener un 7 es la reafirmación de parte de un jurado(los ayudantes que corrigen las pruebas) que entendiste toda la materia. Y no hay mayor gratificación que sentirte seguro de entender toda la materia. La misma materia que cuando iba en segundo medio y me metía a la página del departamento de ingeniería matemática a ver las pruebas pensaba "Yo nunca lograré a entenderla". Me da esperanzas de que en algún momento lograré a entender los papers que mis ídolos -como Servet Martínez o mi profe Alejandro Jofré, que hasta tiene un teorema- escriben.
No hay que dejar de lado las consideraciones estéticas del 7.
No hay mejor que ver en el mural de álgebra,cuando publican las notas, ver una corrida de puros 7 (casi como la figura adjunta, jeje).

Después de ese 7 en álgebra me entusiasmé mucho. Era demasiado gratificante ver cómo había sido capaz de estar a la altura de lo que en mi infancia consideraba genial (no genial asi como "ohh qué bacan" sino genial de genio).
Y bueno, así mismo te das cuenta de que no hay que ser un genio para estar a esa altura, de lo contrario no estaría ahí!.
Así es la vida del matemático, y en general de cualquier persona que se plantea metas ambiciosas en la vida. Es como un conejo que corre una carrera en la búsqueda de una zanahoria que está atada a su cabeza por medio de un palo que la mantiene a 1 metro de distancia de él.
O como la historia de Ángel la niña de las flores, que recorría todo el mundo buscando la flor de los 7 colores( o era la pulsera de los 11 poderes?) y al final de cada capítulo, cuando creía estar a punto de encontrarla, zap! no estaba ahí.
En realidad todas esas series infantiles japonesas que veía cuando chico siguen el paradigma de la búsqueda eterna... Lindo igual.
Pero eso de estar eternamente buscando es lo mejor de todo. Encuentro la gratificación en la búsqueda de una meta.
La satisfacción producida por conseguir esa meta no dura mucho. Cuando me saqué el 7 en álgebra pasó una semana y me dije a mí mismo "ya, me saqué un 7, y qué?".
La búsqueda de la excelencia no es más que un placebo para hacer la vida más entretenida. Es una convención, una cosa que por decreto de ley te va a hacer feliz. Pero te das cuenta que esa convención es irreal en el momento que concretas esa meta y ves que no te han dado las llaves de la ciudad, ni que las mujeres te persiguen.
Aunque me dieran las llaves de la ciudad, me daría cuenta de que tenerlas no es ninguna gracia,y que en un año, después de haber abierto todas las jugueterías y confiterías, Desearía volver a ser un ciudadano común y corriente.
He ahí la semblanza de Ángel. Después de dar la vuelta al mundo Ángel se da cuenta de que la flor que buscó por todo el mundo estaba en el jardín de su casa.

Aún no sé cómo podría aplicar eso a mi vida, qué es aquello que tanto he buscado y que está en el jardín en mi casa... Ya que lo único que he encontrado en el jardín de mi casa es caca de mis perros. Bueno, tengo hartos años para seguir buscando.

Mientras tanto soy un pendejo llorón e inmaduro. Ergo, sigo contando mi historia de decepciones en el ramo de álgebra.

Me saqué un 68 en el control 2 y un 69 en el control 3. En ambos fui al reclamo y me subieron a 7 porque en realidad me habían bajado en cosas muy na que ver.
Ese fue mi punto máximo, donde la derivada se hizo 0. En el mural de álgebra aparecían sólamente 7, y en ese momento llegué a ser el mejor promedio de álgebra de mi facultad.
Quizás esto le parecerá contradictorio a usted,lector.
La pelea parecía ser conmigo mismo, y el hecho de poner a compararme con el resto no es algo que ennoblezca mi lucha.
No sé, eso de que la competencia es mala es algo que se estila mucho en los libros de autoayuda, pero la verdad cada día pongo más en duda su utilidad y la veracidad de sus dichos.
Podrán decir que el hecho de necesitar mirar al lado siempre es sólo un reflejo de mi inseguridad. Pero vamos! tengo sólo 18 años, el cerebro humano llega a la etapa adulta a los 21, cuando la corteza frontal está desarrollada. Así que tengo 3 años para seguir con mis actitudes inmaduras, que por lo demás, no me parecen para nada insanas. ¿o acaso le van a reprochar a un niño de 3 años que no pueda controlar sus esfínteres?
Quien no tenga nada de inseguridad, quien no se ponga nervioso al ver la chica que le gusta o al pedirle un aumento a su jefe que lance la primera piedra.
No acepto críticas de personas que necesiten embrigarse para aumentar su permeabilidad social.
Pareciera que me estoy justificando: Sí, me estoy justificando de la manera más descarada que usted se podría haber imaginado.
A mí también me parece que mi justificación es mediocre, es como diría mi madre "mal de mucho consuelo de tontos"
Sin embargo esto de la competencia al final es sólo un incentivo más para motivarme.
Por lo demás no le ando robando los cuadernos a mis competidores e incluso soy amigo de algunos de ellos.

Continuando con la historia:En el control 4 había una pregunta que podría decirse es la más fácil de todos los controles que hemos hecho: había que escalonar una matriz. Sin exagerar, un niño de octavo básico podría hacerla ya que sólo involucra la habilidad para sumar, restar multiplicar y dividir.
Me equivoqué en esa pregunta. Nota C4:67
Quedé picadísimo. Además empezamos a ver espacios vectoriales. Los espacios vectoriales son la wea más bacan que pueda existir. Me van a acompañar el resto de mi vida. Estudié mucho para el control 5, no podía haber ningún concepto que no entendiera. Resultado: c5:7.0
Para el control 6 no estudié mucho porque la materia no era difícil. Igual reconozco que pequé al no abordar en profundidad los temas. Es que igual fue hace poquito y la verdad el año me tiene cansadísimo.
Por primera vez en los controles me equivoqué en una pregunta porque simplemente no supe hacerla, y no por errores estúpidos (como en el control 4). C6:67

Llegué al examen con promedio 6,90.
Mientras toda mi historia se desarrollaba, había un chico -llamémoslo Sergio, para evitar problemas con la ley- que había partido con notas buenas pero no tanto, había dado un recuperativo y había subido mucho su promedio. Sin casi darme cuenta había salido una persona dela nada que llegaba con 6,90 al control.

El examen definiría el primer lugar en álgera. Me saqué un 6,9. En la primera pregunta me pusieron un 6,8 y jamás sabré en qué me equivoqué (de hecho, creo que es más que muy probable que haya sido una mala corrección del ayudante, como en otras ocasiones).
Sergio se sacó un 7. Cuando vi su nota se me vino el mundo abajo, era como que aquiles hubiera perdido contra la tortuga (no porque considere que soy muy bueno, simplemente porque él fue subiendo desde abajo)
Al final los promedios son
Gonzalo:6,90
Sergio:6,93
Sí, los 2 tenemos con 6,9 pero para mí esas 3 centésimas representan muchísimo.
(nota aparte: al hablar de centésimas da la impresión de que me estoy preocupando por huevadas, pero en realidad ése es un error de interpretación. Después de todo, una décima también suena como una huevada pero una décima es la diferencia entre un 3,9 y un 4)
Me da lata porque creo que me merecía el primer lugar. Yo creo que era la persona que más se sintió involucrada con el curso de álgebra. Cada cosa que lograba a entender me deslumbraba, y me emocionaba ser capaz de encontrar tanta belleza en las matemáticas (sí, porque no sólo en el arte hay belleza malditos humanistas que creen que la matemática es una ciencia fría e inerte).
Y bueno. podría decirme a mí mimo "pucha gonzalo si tú sabes que eres el n°1" pero eso no es así, el jurado determinó otra cosa. Jamás podré decirle a mi progenie que fui el mejor en álgebra. Eso era algo en lo que me había proyectado en el año.


Ya... terminó. Bacan, siempre quise escribir sobre esto... y ahora se dieron las condiciones para hacerlo. Estoy conforme, creo que di mi visión de una manera bastante completa, determinando todos los aspectos.
Juzgue usted